Este escrito pretende analizar las supersticiones y la significación del arcoíris, en la literatura peruana. Se aborda al arcoíris desde su divinidad mitológica, bipolaridad, creencias y supersticiones mediante una revisión bibliográfica de libros, artículos y fuentes de internet. En conclusión, el arcoíris es considerado por la mitología como un dios secundario, alrededor del cual se crearon distintas supersticiones de naturaleza benévola y malévola.

Palabras clave: Arcoíris, divinidad, bipolaridad, supersticiones, creencias.

Abstract

This writing aims to analyze the superstitions and the significance of the rainbow in Peruvian literature. The rainbow is approached from its mythological divinity, bipolarity, beliefs and superstitions through a bibliographic review of books, articles and internet sources. In conclusion, the rainbow is considered by mythology as a secondary god around which different superstitions of a benevolent and malevolent nature were created.

Keywords: Rainbow, divinity, bipolarity, superstitions, beliefs.

Resumo

Este escrito tem como objetivo analisar as superstições e o significado do arco-íris na literatura peruana. O arco-íris é abordado a partir de sua divindade mitológica, bipolaridade, crenças e superstições por meio de uma revisão bibliográfica de livros, artigos e fontes na internet. Em conclusão, o arco-íris é considerado pela mitologia como um deus secundário, em torno do qual foram criadas diferentes superstições de natureza benevolente e malévola.

Palavras-chave: Arco-íris, divindade, bipolaridade, superstições, crenças.

Introducción

Cuadro de texto: Figura 1. Vaso quero MO-10395 del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Siglo XVIII (Carranza, Gutiérrez y Medina, 2017) Imagen que contiene interior, florero, tabla, viejo

Descripción generada automáticamente El arcoíris es una figura muy presente en la cultura e historia prehispánicas, cuyos colores ya se podían apreciar en la bandera de la antigua ciudad imperial del Cusco; su figura también está grabada en los keros incas y pre incas; inclusive en la antigua capital de la cultura Chimú se encuentra la huaca del arcoíris (García, 2007; Garza, 1984; Waisbard, 1977).

En relación con el arcoíris se ha creado un universo de supersticiones, mitologías, creencias y tradiciones, las cuales han sido trasmitidas de generación en generación, brindando un panorama histórico y abriendo una puerta de indagación sobre la cultura pasada, para fortalecer las raíces nacionales y enriquecer el conocimiento cultural. Este artículo pretende recopilar bibliografía que explique las supersticiones, mitologías, creencias y tradiciones, todas construidas sobre el arcoíris, en el ámbito de la cultura inca y la historia de la literatura, todavía vigentes en la actualidad y en la memoria de muchas poblaciones y generaciones peruanas (García, 2007).

Aunque es cierto que una parte de la población peruana vive aún escuchando las supersticiones, mitologías, creencias y tradiciones respecto del arcoíris; otra significativa parte las desconoce, generando olvido del patrimonio cultural y, por consiguiente, del patrimonio e identidad cultural de los peruanos (Chenet, Arévalo y Palma, 2017).

El objetivo del presente artículo de revisión es analizar las supersticiones y la significación que tuvo el arcoíris a la luz de la literatura peruana.

Se discute y analiza la mitología detrás la divinidad del arcoíris, se explica cómo el arcoíris tiene un carácter bipolar y se puntualiza las creencias, tradiciones y supersticiones que amplían y enriquecen el universo del mismo, sin dejar al margen la pretensión de reconstruir, de reforzar la identidad cultural de peruanos; además, difundir esta cultura muy rica al resto del mundo.

El arcoíris

El arcoíris: divinidad y mitología

Existe una discordancia entre los autores, respecto de la divinidad del arcoíris; por ejemplo, García (2007) presenta el arcoíris como el dios Tulumaya, enviado por Viracocha, en el principio del mundo, para instaurar un periodo de luz, tras la oscuridad y el terror en el que el mundo se encontraba; por otro lado, Garcilaso de la Vega argumenta que el arcoíris no fue adorado como un dios:

Tuvieron cuenta con el relámpago, trueno y rayo, y a todos tres en junto llamaron illapa. No los adoraron por dioses, sino que los honraban y estimaban por criados del Sol. Tuvieron que residían en el aire, mas no en el cielo. El mismo acatamiento hicieron al arco del cielo, por la hermosura de sus colores y porque alcanzaron que procedía del Sol, y los Reyes Incas lo pusieron en sus armas y divisa. (Garcilaso de la Vega, 1609, p. 113).

La expresión “el mismo acatamiento” revela que el arcoíris era estimado del mismo modo que el relámpago, trueno y rayo: criado del sol. Sin embargo, la importancia del arcoíris radica en que provenía del sol y suponía una comunicación entre el dios sol y su hijo el inca, por lo que se menciona el gran respeto que los incas tenían al arco del cielo, representándolos en sus armaduras y divisa (García, 2007).

El cronista narra además que tenían un cuarto aposentado en oro para el arcoíris, en el templo del sol:

Otro aposento (que era el cuarto) dedicaron al arco del cielo, porque alcanzaron que procedía del Sol, y por ende lo tomaron los Reyes Incas por divisa y blasón, porque se jactaban descender del Sol. Este aposento estaba todo guarnecido de oro. En un lienzo de él, sobre las planchas de oro, tenían pintado muy al natural el arco del cielo, tan grande, que tomaba de una pared a otra con todos sus colores al vivo. Llaman al arco cuychu, y, con tenerle en esta veneración, cuando le veían en el aire cerraban la boca y ponían la mano adelante, porque decían que si le descubrían los dientes los gastaba y empobrecía. Esta simplicidad tenía, entre otras, sin dar razón para ello (Garcilaso de la Vega, 1609, p. 166).

Este texto registra que incluso considerando al arcoíris como criado del sol, existía un temor y veneración hacia él por parte del pueblo. Más adelante se detalla las supersticiones y creencias que propagaban este temor. Además, existen varias mitologías que se relacionan con el arcoíris, con el inicio del mundo y la creación de los hombres. La primera en mencionar es la mitología de la aparición de los hombres en la tierra relatada por José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos, en el libro: Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Se relata que antes de la aparición de los hombres, el valle del Mantaro era un gran lago, en cuyo centro había un gran peñón llamado Wanka, sobre el cual reposaba una gran serpiente blanca llamada amaru, que engendró a otro amaru de un color más oscuro y más pequeño que el primero. Los dos monstruos disputaban la supremacía sobre el lago, cuya pelea fue tan feroz; así irritaron el dios Tikse, quien mandó sobre ellos una tempestad. Los rayos mataron a ambos amarus, quienes cayeron deshechos con diluvial lluvia sobre el ya agitado lago, aumentando su volumen hasta romper sus bordes y vaciarse por el sur. Fue así como se formó el valle, del cual salieron los dos primeros seres humanos, llamados Mama y Taita, quienes hasta entonces habían permanecido, por mucho tiempo, debajo tierra por temor a los amarus. Hoy constituye creencia general entre los wankas: el amaru es la serpiente que, escondida en alguna cueva, ha crecido hasta hacerse inmensa, aprovechando los vientos que se forman durante las tempestades intenta escalar al cielo; según sea blanca o negra, la figura del amaru en el cielo presagia buen o mal año (Arguedas y Izquierdo, 2011).

Otra versión de esta mitología es la relatada por Granda (2007), quien describe al dios Tulumaya (arcoíris) como el enviado de Viracocha, por petición de los hombres, para instaurar un periodo de luz, tras la oscuridad y el terror, en el que el mundo se encontraba; se dice que este posó sus piernas de siete colores por los extremos del lago, hizo nacer de su pecho una gran serpiente alada llamada Amaru, quien venció a los monstruos que atormentaban a los hombres; sin embargo, ésta poseía una gran voracidad que los hombres no podían saciar y había parido pequeños amarus, los cuales devoraban a los hombres. Estos atemorizados imploraron de nuevo a Viracocha, el cual creó dos nuevos dioses: Aulit, el rayo, y Waywa, el viento, para que enfrentasen a estos monstruos, quienes lucharon contra ellos y los vencieron.

Ambas versiones muestran el arcoíris como símbolo de bendición y maldición. El primero menciona que de acuerdo con el color del arcoíris el año será bueno o malo y el segundo presenta al Amaru (hijo del dios arcoíris) como el extintor del terror y el generador del mismo.

Bipolaridad del arco iris: supersticiones y tradiciones

Se dice que los dioses del caos fueron enviados al inframundo y que los dioses celestes están en el cielo, dividiendo así al mundo es tres planos: El inframundo, lo terreno y lo celeste. Así, el arcoíris se gesta en el inframundo y es levantado contra las fuerzas celestiales por el Supay (diablo); los colores fríos pertenecen al señor del hurinpacha (inframundo); mientras que los cálidos pertenecen al terreno celeste, representando la unión de las fuerzas, las cuales emanan de los diferentes rumbos del cosmos, posicionando al arcoíris como un puente conectivo entre el mundo celestial y el inframundo. Esta cosmovisión explica por qué el arcoíris representa una bendición y una maldición al mismo tiempo, quedando asociado con la abundancia y la enfermedad; sin embargo, al ser una entidad más vinculada con el inframundo, el aspecto maléfico del fenómeno impera por encima de la benéfica, así mayormente el fenómeno es observado con mucho temor por la comunidad (García, 2007).

A continuación, se describen brevemente algunos aspectos beneficiosos y maliciosos, en el contexto del arcoíris, así como las supersticiones, creencias y tradiciones que giran a su entorno.

Durante la época incaica se consideraba y veneraba al arcoíris, por la estrecha relación que tenía con “la fertilidad y fecundidad, pues este precioso fenómeno natural se aprecia cuando ha llovido” (García, 2007, p.6); sin embargo, por esta misma razón se lo considera peligroso, hasta estos días, en algunas poblaciones; pues por su característica fertilizante se cree que puede embarazar a una mujer. García (2007) e Hinostroza (1988) refieren la recomendación, a las mujeres, para no ir al acarreo de agua de los manantiales con vestidos "llamativos" o relucientes, porque existe el temor de que el arcoíris que mora en los manantiales confunda la vagina de la mujer con un manantial y la fecunde. Este embarazo generaba el parto de animales inframundanos; por ejemplo, sapos y culebras en mujeres no gestantes y la muerte del bebé en mujeres gestantes.

Otro aspecto del poder y la benevolencia del arcoíris se registra en el artículo realizado por Noguerol (1998), en el cual se catalogan “chamanes del arco iris” a todos quienes han realizado un viaje espiritual y al volver son capaces de curar enfermedades; además, son una conexión cercana con el mundo espiritual.

En una recopilación de diversas investigaciones realizada por Moschetto (1995), se encontrar que los chamanes dan un significado a los sueños e incluso a la naturaleza misma; por ejemplo, “Cuando sale el arco iris es señal de que todavía hay larga vida”, “Mientras sale el arco iris, nunca habrá diluvio” y “No apuntes al arcoíris cuando esté en lo alto, pues podrías darte mala suerte”; en esta declaraciones, se observa las interpretaciones benevolentes y malignas sobre el contexto del arcoíris.

Algunos pueblos relacionan el arcoíris con el diablo, por eso en épocas de carnaval, los aldeanos pueden pedir riquezas al Supay (diablo), que sale como el arcoíris multicolor trayendo abundancia para el pueblo (García, 2007). Por otro lado, Sardelli, Mesagne (1981, citados por Quitout y Sevilla, 2009) dicen que, cuando se observa un arcoíris, se debería buscar el punto donde nace, porque quien lo consigue encontraría una olla llena de monedas de oro.

Murúa (1987), Cieza (2005) y García Escudero (2007 registran la existencia de un gran temor y reverencia de los indígenas hacia el arcoíris, quienes lo reverenciaban y no osaban alzar los ojos hacia él. Pues si lo miraban no se atrevían a señalarlo con el dedo, porque se morirían o enfermarían. Además, en su presencia no se podían reír, ni abrir la boca, para evitar la adquisición de caries o piorrea. Otra de las razones, por la cual el arco de cielo es temido, es la enfermedad del Puquio, caracterizada como una enfermedad producida cuando se pasa por una naciente de arcoíris (puquial) o se ha recogido agua durante el momento de la aparición de la chirapa (arcoíris), produciendo hinchazón de estómago, fiebres, dolor de cabeza, vómitos de sangre y decaimiento general (Delgado Sumar, 1985).

El universo del arcoíris es inmenso, atractivo, inspirador, educativo, literarios, cultural, supersticioso. Se dice que el arcoíris cuando ha sido atraído por alguna persona, genera persecución sobre la misma, hasta penetrarle y causarle la muerte (Paucar, 1951).

Los métodos para la prevención y curación de este mal son: regar con orines al arcoíris y ponerse tierra en las narices y la cara, así como al lugar lugar, donde les parecía que caía el pie del arco (Cieza de León, 2005; García Escudero, 2007). Otra tradición sobre la cura del mal del arcoíris es relatada por Ciro Alegría en su novela: El mundo es ancho y ajeno, en la cual se narra que la curandera del pueblo les daba a los enfermos un ovillo de lana de siete colores, para que lo desenvuelvan, si querían sanarse.

Otra creencia se sirve del arco iris para explicar la existencia de la homosexualidad en la sociedad actual. Según la superstición, si una mujer pasa por debajo de un arco iris se convierte en hombre, no en cuanto al aspecto, sino en lo que atañe al carácter y a las inclinaciones sexuales. Lo mismo dígase del hombre que, en este caso, se convertiría en mujer (Sardelli, 1997, p. 4).

Cuadro 1. Benevolencias y maldiciones del arcoíris.

Benevolencia del arcoíris

Maldición del arcoíris

· En el incanato fue un símbolo de fertilidad y lluvia (García, 2007).

· Según Moschetto (1995) “Cuando sale el arco iris es señal de que todavía hay larga vida”, “Mientras sale el arco iris, nunca habrá diluvio”.

· Noguerol (1998) afirma que el arcoíris brinda a sus chamanes la capacidad de curar enfermedades y una conexión cercana con el mundo espiritual.

· Relacionado con el Supay (diablo), es el dador de riquezas a los aldeanos que le pidan riquezas en épocas de carnaval (García, 2007).

· Quien busca el punto naciente del arcoíris encuentra una olla llena de monedas de oro (R. Sardelli, Mesagne, 1981, citado por Quitout y Sevilla, 2009).

· El apuntar al arcoíris podrías traer mala suerte, enfermedad o muerte (Murúa, 1987, Cieza, 2005 y García Escudero, 2007)

· Causa la enfermedad del Puquio: hinchazón de estómago, fiebres, dolor de cabeza, vómitos de sangre y decaimiento general (Delgado Sumar, 1985).

· Persigue a su víctima para penetrarle y causarle la muerte (Paucar, 1951).

· Embaraza a la mujeres, quienes vayan al puquial con ropas llamativas (García, 2007; Hinostroza, 1988).

· Si pasa a través de alguien causa enfermedad o muerte (Murúa, 1987; Cieza, 2005; García, 2007).

· En su presencia no se podía reír, ni abrir la boca para no adquirir caries o piorrea (García, 2007; Garcilaso de la Vega, 1609).

· Según Fray Martin (citato por García, 2007), el arcoíris se podía introducir dentro de ellos causando locura.

· Causante de homosexualidad en la persona que pase por debajo de un arcoíris (Sardelli, 1997).

Conclusiones

El arcoíris revela que la humanidad peruana y mundial encuentra en el mismo, un legado patrimonial, literario, cultural, histórico, místico. Es decir, ofrece un valor multidimensional, válido para el pasado, el presente y el futuro. Revela la riqueza diversa y extraordinaria para la sociedad.

Los incas reverenciaban al arcoíris, lo consideraban como criado del sol; por su valor y significación lo grabaron en sus distintas armas y divisas: emblemas de su patrimonio histórico y cultural. Según la mitología, el arcoíris es dios secundario, creado por Viracocha para instituir la paz en el mundo recién creado; sin embargo, el arcoíris después de cumplir su propósito generó temor en el hombre y su comunidad, siendo destruido por la Illapa (trueno, relámpago y rayo).

Se cree que el arcoíris revela la esencia buena y mala de los diferentes rumbos de cosmos; por eso adquirió, durante el devenir del tiempo, creencias y supersticiones benignas y malignas. Entre las supersticiones benignas se cree que es símbolo de fertilidad y lluvia; también se ha constituido en señal de larga vida; por otro lado, brinda a los “chamanes del arco iris” la capacidad para curar enfermedades y una conexión cercana con el mundo espiritual; se cree que el arcoíris es dador de riquezas, para quienes lo buscan en un extremo y lo encuentran al final, en el otro extremo.

Entre otras supersticiones malignas, se cree que el arcoíris genera la enfermedad del Puquio; persigue a su víctima para penetrarle y causarle la muerte; es embarazador; produce enfermedad o muerte al señalarlo con el dedo o si pasaba a través de alguien; el que ríe o abre la boca frente al arcoíris puede adquirir caries o piorrea. En algunas circunstancias, produce la homosexualidad.

Referencias

Alegría, C. (2000). El mundo es ancho y ajeno (Primera ed). Madrid: Ediciones de la Torre. https://doi.org/10.4272/84-9745-123-6.ch2

Arguedas, J. M., & Izquierdo Rios, F. (2011). Mitos, leyendas y cuentos peruanos (Primera ed). Lima, Perú: Santillana S.A. Retrieved from https://es.pdfdrive.com/mitos-leyendas-y-cuentos-peruanos-d164922507.html

Carranza Vera, C., Gutiérrez del Ángel, A., & Medina Miranda, H. (2017). La serpiente: Dimensiones de una divinidad subterranea en los andes (Primera ed). Valladolid, Spain: Fundación Joaquín Díaz. Retrieved from www.funjdiaz.net

Chenet Zuta, M., Arévalo, J., & Palma, A. (2017). Identidad cultural y desempeño docente en instituciones educativas. Revista de Ciencias Humanas y Sociales, 33(84), 292–322. Retrieved from http://produccioncientificaluz.org/index.php/opcion/article/view/24627

Cieza de León, P. (2005). Crónicas del Perú: El señorío de los incas (Primera ed). Caracas, Venezuela: Biblioteca Ayacucho. Retrieved from https://books.google.com/books?hl=en&lr=&id=fSyTsaTPb_IC&oi=fnd&pg=PA5&dq=El+señorío+de+los+incas&ots=y3079W1fvm&sig=lK1c2IMe3Bw2lPySsGYI8ABMaQI

Delgado Sumar, H. (1985). La medicina tradicional en la sierra centro-sur: Vilcas Huaman. Apuntes de Medicina Tradicional. Lima, Perú. Retrieved from https://flacsoandes.edu.ec/web/imagesFTP/1272935992.AMT_44g_La_Medicina_Tradicional_en_la_Sierra_Centro_Sur.pdf

García Escudero, M. del C. (2007). El arco iris en la cosmovisión prehispánica centroandina. Gazeta de Antropología, 23(15), 1–13. Retrieved from http://hdl.handle.net/10481/7046

Garcilaso de la Vega, I. (1609). Primera parte de los comentarios reales de los incas (Primera ed). Lima, Perú: Editorial Universo. Retrieved from https://books.google.com.pe/books?id=yEfrAAAAMAAJ&dq=comentarios+reales+de+los+incas&lr=&source=gbs_navlinks_s

Garza Camino, M. de la. (1984). El universo sagrado de la serpiente entre los mayas (Primera ed). México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México / Instituto de Investigaciones Filológicas (UNAM) / Centro de Estudios Mayas (UNAM). Retrieved from http://www.elem.mx/obra/datos/217445

Granda Paz, O. (2007). Mito y arte indígena en los Andes (Primera ed). Barranquilla: Editorial Travesías. Retrieved from https://www.worldcat.org/title/mito-y-arte-indigena-en-los-andes/oclc/175829178

Hinostroza García, L. (1988). Enfermedades del aborigen: signos, síntomas, formas de curación, medidas de prevención. Anthropologica, 6(6), 123–159. Retrieved from http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/anthropologica/article/view/10290

Moschetto, P. (1995). El diablo y el arco iris: Magia, sueños y tabúes en Esmeraldas (Primera ed). Quito-Ecuador: Ediciones Abya-Yala. Retrieved from https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/11573/1/El diablo y el arcoiris.pdf

Murúa, F. M. de. (1987). Historia General del Perú (Primera ed). Madrid: DASTIN EDICIONES. Retrieved from http://www.espeleokandil.org/expediciones/peru/historia/historiadelperufraymartin.pdf

Noguerol Alvarez, M. (1998). Chamanes del Arco Iris. Anales del Museo de América, 1(6), 179–186. Retrieved from https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1455863

Paucar, E. U. (1951). Drama religioso en Quechua del siglo XVIII. (Primera ed). Lima, Perú: Biblioteca de la Sociedad Peruana de Historia. Retrieved from https://www.goodreads.com/book/show/27874396-usca-paucar-drama-quechua-del-siglo-xviii

Quitout, M., & Sevilla Muñoz, J. (2009). Traductología, proverbios y ficciones (Primera ed). Madrid, España: Editions L’Harmattan. Retrieved from https://books.google.com.pe/books/about/Traductologie_proverbes_et_figements.html?id=ANih6qs9rrAC&redir_esc=y

Sardelli, M. A. (1997). CVC. Biblioteca fraseológica y paremiológica. Creencias populares, supersticiones y fraseología en Italia. Retrieved December 3, 2020, from https://cvc.cervantes.es/lengua/biblioteca_fraseologica/n3_sardelli/sardelli_04.htm

Waisbard, S. A. (1974). Machu Picchu : cité perdue des Incas (Première é). París: ROBERT LAFFONT. Retrieved from http://mediatheques.collectivitedemartinique.mq/BDP/detailstatic.aspx?RSC_BASE=SYRACUSE&RSC_DOCID=272233&TITLE=%2Fmachu-picchu-cite-perdue-des-incas-simone-waisbard&_lg=en-GB