El pensamiento crítico: importancia, estrategias de desarrollo,
características, factores limitantes
Pensamento crítico: importância, estratégias de desenvolvimento,
características, fatores limitantes
Critical thinking: importance, development strategies,
characteristics, limiting factors
Salomón Vásquez Villanueva https://orcid.org/0000-0001-8824-6176 Código RENACYT: P0052414 Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú
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Salomón Axel Vásquez Campos https://orcid.org/0000-0001-9405-0794 Universidad César Vallejo, Lima, Perú |
Raúl Martín Vidal Coronado https://orcid.org/0000-0001-8097-9092 Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú |
Rebeca Serafina Gómez Cuadros https://orcid.org/0009-0000-1016-6926 Universidad Peruana Unión, Lima, Perú |
Gil Romer Reátegui Torres gil.reategui@unapiquitos.edu.pe https://orcid.org/0000-0002-8198-443X Universidad Nacional de la Amazonia Peruana, Iquitos, Perú |
Marlon Yalta Campos https://orcid.org/0000-0001-6098-795X Universidad Nacional de la Amazonia Peruana, Iquitos, Perú
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Judith Alejandrina Soplin Rios https://orcid.org/0000-0001-7239-0042 Universidad Nacional de la Amazonia Peruana, Iquitos, Perú |
Guillermo Huanca Ramos https://orcid.org/0000-0001-5108-2411 Universidad Nacional de la Amazonia Peruana, Iquitos, Perú. |
Recibido: 20 de marzo de 2024
Aceptado: 29 de junio 2024
Resumen
El pensamiento crítico es un tema que no queda excluido de los espacios académicos y de las investigaciones, su abordaje siempre estará vigente. En este estudio es abordado con el objetivo de analizar la importancia, las estrategias de desarrollo, las características y los factores limitantes. Para lograr el objetivo se ha realizado una revisión teórica sobre el pensamiento crítico, recurriendo a procesos de análisis, síntesis y conclusiones, permitiendo que los mismos sean argumentados, coherentes y consistentes. Finalmente se ha llegado a la conclusión de que el pensamiento crítico tiene una importancia relevante para los estudiantes, cuyo desarrollo se logra mediante el uso de estrategias didácticas, observando que sus características son singulares, sin dejar al margen la presencia de los factores que lo limitan.
Palabras claves: Pensamiento crítico, importancia, estrategias, características, factores limitantes.
Abstract
Critical thinking is a topic that is not excluded from academic spaces and research, its approach will always be current. In this study it is approached with the objective of analyzing the importance, development strategies, characteristics and limiting factors. To achieve the objective, a theoretical review on critical thinking has been carried out, resorting to processes of analysis, synthesis and conclusions, allowing them to be argued, coherent and consistent. Finally, it has been concluded that critical thinking is of relevant importance for students, whose development is achieved through the use of didactic strategies, observing that its characteristics are unique, without leaving aside the presence of the factors that limit it.
Keywords: Critical thinking, importance, strategies, characteristics, limiting factors.
Resumo
O pensamento crítico é um tema que não está excluído dos espaços acadêmicos e de pesquisa, sua abordagem será sempre atual. Neste estudo é abordado com o objetivo de analisar a importância, estratégias de desenvolvimento, características e fatores limitantes. Para atingir o objetivo foi realizada uma revisão teórica do pensamento crítico, recorrendo a processos de análise, síntese e conclusões, permitindo-lhes ser argumentados, coerentes e consistentes. Por fim, concluiu-se que o pensamento crítico tem uma importância relevante para os alunos, cujo desenvolvimento é alcançado através da utilização de estratégias didáticas, observando que suas características são únicas, sem deixar de lado a presença dos fatores que o limitam.
Palavras-chave: Pensamento crítico, importância, estratégias, características, fatores limitantes.
Son tres las entidades abstractas encontradas en el espacio de la vida y en el ámbito académico: pensamiento, crítico y pensamiento crítico. Hablar del pensamiento significa ubicarse en un universo altamente complejo, también al abordar el concepto crítico, mucho más significativo y complejo se constituye el abordaje de pensamiento crítico. Posiblemente se requiere estudios de especialidad, incluso mucho más profundos. El estudio se ubica en el espacio académico, donde se observa la presencia y se registra la concurrencia de dos sujetos importantes y significativos: el docente y el estudiante, dialogantes y vinculados por el proceso enseñanza aprendizaje, desarrollado en el marco de los diseños curriculares.
Rodríguez (2017), por su parte, hace un análisis exhaustivo del currículo, la educación y la cultura, con el propósito de iluminar y fortalecer la formación del docente del siglo XXI, en un ámbito totalmente vasto, politizado y complejo, donde el docente, denominado educador, es un protagonista y promotor de cambios oportunos, radicales y profundos, sin desligarse del compromiso con el cultivo del pensamiento crítico de los estudiantes. En este panorama académico y cognitivo, Botero Carvajal et al. (2017) muestran su preocupación concentrada en la presencia de los sujetos, los agentes de la educación, el desarrollo tecnológico y la cultura globalizada, generando así muchas y diversas respuestas a los retos de los “aspectos económicos, políticos, éticos”, sin marginarse del “ámbito social, educativo y cultural”, sustancialmente sin perder de vista el pensamiento crítico.
Se ha hablado y discutido, en forma vasta y constante, el tema referido. Sin embargo, en la actualidad, el pensamiento crítico todavía constituye un problema en el ámbito educativo, todavía no se ha logrado materializarlo en los estudiantes, incluso la deficiencia también se observa en el mismo ámbito de la formación de los docentes y de los demás profesionales; también en el uso de las diversas estrategias, en el lado de los docentes y de los estudiantes, quienes solamente lo mantienen vigente en el discurso académico y en el marco teórico de todos los días.
Para beneficios de los progresos de los estudiantes se requiere pues el desarrollo de las capacidades reflexivas y analíticas, las cuales agencian y canalizan el desarrollo científico y tecnológico, no solamente de las instituciones académicas, los países y de las naciones, sino de los Estados. Lamentablemente, los estudiantes actúan y protagonizan visiblemente al margen del uso de estrategias, tampoco exhiben sus condiciones y sus habilidades cognitivas: análisis, inferencia, evaluación, explicación, interpretación, autorregulación y metacognición, dejando la evidencia y el rostro esperado del desarrollo del pensamiento crítico y su aprendizaje (Loaiza y Osorio, 2018).
Los sistemas educativos y las instituciones educativas, durante todo el tiempo, han necesitado, necesitan y necesitarán las herramientas pedagógicas, el desarrollo de habilidades cognitivas, el pensamiento creativo, la presencia de líderes, la innovación, la creatividad, la transformación, cuyos protagonistas revelen características prácticas, críticas, reflexivas, propositivas (Guerrero et al., 2018). La demanda de las instituciones educativas se ha constituido en la existencia de un pensamiento “analítico, sistémico, reflexivo, lógico, creativo, analógico, divergente, lateral, convergente, interrogativo, deliberativo, discursivo, colegiado, práctico, deductivo, inductivo, crítico” (Villa y Poblete, 2007, citados por Bezanilla Albisua et al., 2018, p. 90).
En respuesta a estas inquietudes académicas e investigativas, nace el presente estudio con el objetivo de exponer la importancia, las habilidades, las características, las estrategias y los factores del pensamiento crítico. En realidad, es tema es muy importante, los docentes tendrán la brillante oportunidad para conocer las estrategias requeridas, con el propósito de desarrollar en los estudiantes sus habilidades críticas.
Conceptos y aproximaciones conceptuales
Mora y Parra (2015) sostienen que el pensamiento crítico consiste en una combinación compleja de habilidades intelectuales, las cuales son adquiridas y usadas con el propósito de analizar meticulosa y lógicamente la información registrada u obtenida, llegando de esta manera a determinar su respectiva validez, veracidad y solución de una problemática.
Para Loaiza y Osorio (2018) es “el proceso de analizar y evaluar el pensamiento con el propósito de mejorarlo” (p. 3). Por su parte, Ortiz (2010, citado por Eligio, Gómez y García, 2016) considera que “el pensamiento crítico es una habilidad que busca ir más allá de las simples opiniones del individuo para formar criterios con base en pruebas y ser cuestionador, exigente y analítico” (p. 104).
El pensamiento crítico es un proceso en el cual interceden habilidades cognitivas: análisis, interpretación y evaluación de argumentos; también refiere la capacidad para resolver problemas de forma individual o grupal, en la condición de una tarea no competitiva y colaborativa (Vicente, 2018).
Según Moreno y Velázquez (2017), el pensamiento crítico es un proceso cognitivo complejo, en cuyo proceso prevalece la razón sobre las otras dimensiones del pensamiento; está orientado hacia la acción; además hace su aparición cuando se encuentra y siente el afán y la necesidad de generar la resolución de un problema.
Por su parte, Robert Sternberg refiere que el pensamiento crítico constituye los denominados: procesos, estrategias y representaciones que las personas los utilizan con el propósito de resolver problemas, también para tomar decisiones y aprender nuevos conceptos (Bezanilla Albisua et al., 2018).
El concepto de pensamiento crítico es totalmente polisémico (Acosta Muñoz, 2018); es un concepto complicado, difícil, complejo, abstracto (Díaz et al., 2019). En este contexto y al final de esta sección, asaltan las inquietudes investigativas mediante las interrogantes comprometidas con la búsqueda de la clarificación del concepto. ¿Qué es el pensamiento crítico? ¿Qué sentidos tiene el pensamiento crítico? El pensamiento crítico, según los estudios realizados, tiene el sentido de proceso cognitivo, cuyo proceso es materializado mediante los análisis, las interpretaciones, las evaluaciones, la resolución de problemas, la reflexión, la toma de decisiones (Acosta, 2018; Loaiza y Osorio, 2018; Vicente, 2018; Moreno y Velázquez, 2017; Bezanilla et al., 2018), de herramienta cognitiva (Díaz et al., 2019b); de instrumento de desempeño (Díaz et al., 2019); de discernimiento o mecanismo de fe (Acosta Muñoz, 2018), de motor fundamental de desarrollo (Acosta, 2018; Ossa-Cornejo et al., 2017, de sentido y significado de la vida (Acosta Muñoz, 2018), de competencia relevante (Ossa-cornejo et al., 2017), de habilidades intelectuales (Ossa et al., 2017; Loaiza y Osorio, 2018); de competencia (Bezanilla Albisua et al., 2018).
Pensamiento crítico: su importancia
Una de las virtudes del pensamiento crítico es lograr “la concomitancia de las categorías: pensamiento crítico, metacognición y motivación” (Botero et al., 2017, p. 87); es muy importante, permite que el estudiante potencie sus habilidades cognitivas y sociales; las personas quienes poseen pensamiento crítico se conducen hacia la integralidad intelectual. Así mismo, el pensamiento crítico contribuye para, en las personas y los estudiantes, sea materializado el desarrollo de los aprendizajes significativos, quienes gocen la posibilidad de juzgar que una situación sea adecuada; las personas, con las ventajas del pensamiento crítico, exponen su capacidad de argumentar, debatir y ejercer un adecuado manejo de sus emociones. También el pensamiento crítico revela la posibilidad de que los estudiantes sean capaces de analizar los problemas, buscar y encontrar las respectivas soluciones, además aplicarlas y asumir responsabilidades sociales. El pensamiento crítico fortalece la creatividad de los estudiantes
Por otro lado, es importante apreciar que el modelo de pensamiento crítico es una propuesta que abarca diversos aspectos de pensamiento: analizar, interpretar, argumentar, responder interrogantes y generar respuestas de forma lógica y razonable; significa pensar críticamente (Rivadeneira et al., 2019). Se constituye en una herramienta poderosa para el joven universitario, en sus dos dimensiones: vida académica y personal; lo habilita para la confrontación de opiniones, la entrega de criterios e ideas, en el aula y fuera de la misma (Loaiza y Osorio, 2018); le marca e imprime calidad a la vida académica, genera sostenimiento de los procesos universitarios, favoreciendo de esta manera el desarrollo y formación de los estudiantes; sensibiliza al estudiante sobre su propia realidad; genera innovación, creatividad, mejoría, competencia, determinción y compromiso (Bezanilla Albisua et al., 2018); el pensamiento crítico implica “el pensar claro y racional que favorece el desarrollo de pensamiento reflexivo e independiente, permite a toda persona realizar juicios confiables sobre la credibilidad de una afirmación o la conveniencia de una determinada acción” (Guerrero et al., 2018, p. 966). El estudiante con pensamiento crítico responde ante las demandas, las urgencias, las emergencias; exhibe el desarrollo de los conocimientos, las habilidades congnitivas y sociales, las diversas formas de aplicación e integración intelectual (Loaiza y Osorio, 2018).
Pensamiento crítico: sus capacidades intelectuales
Capacidad de análisis de la información
La capacidad de análisis constituye un proceso cognitivo; consiste en la descomposición de la información determinando sus diversas partes, también el estudio cada una de las mismas, cuyo propósito es generar una conclusión pertinente, clara, coherente y convincente. Dicha descomposición prueba la presencia y el desarrollo de la habilidad de la persona, quien analiza y diferencia la información importante de la redundante y accesoria. Por otro lado, la aptitud de la persona mejora el desempeño y fortalece la capacidad crítica, ante la diversidad de información generando su respectiva validación y relación con el contexto social. En realidad, la capacidad analítica es muy importante, acredita la calidad de juicio de valor de las personas, en diferentes situaciones, oportunidades y circunstancias de interacción cognitiva, académica y social (Paricahua, 2019). Para Gonzales et al. (2020), el pensamiento crítico equivale a análisis, en el contexto del progreso significativo; según Eligio et al. (2016) implica la interpretación, el análisis, la inferencia, la explicación y la deducción.
Capacidad de inferencias
Para todas las personas resulta muy importante la capacidad de inferencia, cuya habilidad permite que la persona entienda y comprenda los aspectos específicos de los textos y de los contextos respectivos, sin dejar al margen la significación del mismo. Pues las personas, quienes poseen esta capacidad, comprenden con mucha ventaja los vacíos encontrados, incluso producidos por diversas causas y encontrados durante el proceso de la comprensión de los textos y los contextos. En realidad, quien lee con el propósito de materializar la comprensión del texto recurre a sus habilidades cognitivas, a su pensamiento crítico, encontrando, fabricando, construyendo las pistas requeridas y necesarias para la observación de los mínimos detalles; por ejemplo, los paratextos, los términos, los títulos, etc. Las personas, quienes poseen esta capacidad, realizan la inferencia sobre lo faltante y los vacíos encontrados, sobre las implicancias, las causas y las consecuencias (Paricahua, 2019). Para Eligio et al. (2016), la inferencia no se da al margen del análisis, la interpretación, la explicación y la deducción; es decir, todas estas capacidades se anexan y se integran en un proceso mental, cognitivo, aunque la inferencia es la menos cultivada. De acuerdo con la apreciación de Soria & Cleveland (2020), en este universo del pensamiento crítico se encuentran: el análisis, la inferencia, la evaluación, la interpretación, la explicación. Salazar & Ospina (2019) aprecian que el análisis y la inferencia son dominios del pensamiento crítico.
Capacidad de propuesta de alternativas de solución
Las personas con pensamiento crítico asumen y toman sus propias y apropiadas decisiones, involucran las significativas acciones de la inteligencia potencial, con el propósito de responder en forma adecuada ante las situaciones emergentes, ante las demandas de las instituciones y de la sociedad. Quienes poseen la habilidad de propuestas de alternativas activan una serie de capacidades; desarrollan y fortalecen las decisiones y las acciones humanas y profesionales. Las personas con esta estructura cerebral han ejercitado sus procesos cognitivos adecuadamente, sobre la base de diferentes estímulos, pertinentes y exclusivos del cerebro de una persona crítica intelectualmente, superando así las situaciones problemáticas y conflictivas. Las personas previstas de estas ventajas ofrecen y comparten alternativas de respuesta con calificado tino y criterio, proyectando el desarrollo y la aplicación del pensamiento crítico (Paricahua, 2019).
Capacidad de argumentación
Esta capacidad significa contradecir, refutar, impugnar, objetar, cuestionar un hecho, una idea, un suceso; la persona con esta capacidad asume, con firmeza y seguridad, una posición determinada; revela, de una buena forma, las evidencias de las competencias desarrolladas de las personas, quienes tienen la habilidad de pensar críticamente, examinar ideas, presentando argumentos sólidos, lógicos, convincentes y pertinentes. Por ejemplo, desarrollar críticamente una lectura significa exponer argumentos con la habilidad más compleja (Paricahua, 2019). Para Loaiza y Osorio (2018), esta capacidad se une, se complementa, se suma a otras capacidades; por ejemplo, analizar, analizar, discernir y concluir.
Tipos y niveles de pensamiento crítico
Los estudios consultados afirman que existe dos tipos de pensamientos críticos: el pensamiento vertical o lineal (Hernández Serrato & González-Reyes, 2021), el pensamiento lateral es innovador, abierto (Santa María Realiza et al., 2021; Gallardo-Pérez et al., 2021; Villalón, 2022). Según Bezanilla et al. (2018), los niveles del pensamiento crítico son: conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación. Para Salazar & Ospina (2019), los niveles o dominios del pensamiento crítico son: la evaluación, la argumentación, el análisis, la inferencia y la interpretación. De acuerdo con Machuca (2018), el pensamiento crítico es desarrollado en el nivel cognitivo.
Modelos para el desarrollo del pensamiento crítico
El modelo de pedagogía conceptual
Este modelo orienta su acción pedagógica hacia el desarrollo de las personas, desde los primeros años edad, quienes pueden desempeñarse eficientemente en la sociedad del conocimiento; el trabajo se realiza progresivamente, paso a paso, desde la edad preescolar hasta la universidad, alcanzando las siguientes competencias: abstracción, sentido prospectivo, capacidad, habilidades, lectura comprensiva, comportamientos éticos, autonomía, creatividad, flexibilidad, tolerancia y trabajo en equipo (Mackay Castro et al., 2018).
Modelo de lógica
Dentro del ámbito de la educación, este modelo aporta una temática que favorece el mejoramiento de la capacidad de pensamiento crítico en los estudiantes; de acuerdo con este modelo, se ofrecen y aplican propuestas y razonamientos deductivos sobre las premisas determinadas. Por otro lado, el pensamiento crítico aparece estrechamente relacionado con otros comportamientos y actividades; por ejemplo, los hábitos de lectura, el estilo de escritura y el desempeño (Mackay Castro et al., 2018).
Modelo de metacognitiva
Este modelo se ha constituido en un aporte teórico reciente muy importante; ha facilitado la comprensión de los procesos cognitivos implicados durante el aprendizaje. Además, la metacognición es considerada un eje central, con el propósito de desarrollar y fortalecer procesos de aprendizaje, los cuales son autónomos y reflexivos en los estudiantes de primaria, secundaria y superior, en ambientes de aprendizaje significativos, que generan altos índices de motivación y aprobación gradual, durante sus procesos cognitivos (Botero et al., 2017).
Estrategias para desarrollar el pensamiento critico
Estrategias didácticas
En esta estrategia se necesitan los aportes de la maestría pedagógica del docente, para que puedan conducir el proceso de enseñanza-aprendizaje, métodos, procedimientos, estrategias metacognitivas y afectiva-motivacional que estimulan las capacidades y habilidades del pensamiento del individuo en todas sus formas y direcciones. Además, se fundamenta sobre los referentes teóricos socioeducativos, pedagógicos y curriculares, que permiten comprender el objetivo de estudio y contribuir para desarrollar el pensamiento crítico de los estudiantes (Moreno y Velázquez, 2017). Se requiere el pensamiento crítico cultivado en los estudiantes, con el propósito de “innovar, aportar y transformar su entorno y su propia vida”, mediante la aplicación de métodos de enseñanza, los cuales permitan la conexión mental de los sujetos con los “procesos cognitivos, volitivos, afectivos”, cuyas capacidades y habilidades queden “dirigidas a analizar, interpretar y proponer alternativas”; en este sentido, el trabajo colaborativo resulta una buena estrategia didáctica, determinando el procedimiento: formación de grupos o equipos de trabajo, designación de líderes, dirección y trabajo en equipo (Guerrero et al., 2018).
Loaiza y Osorio (2018) proponen la aplicación de un modelo de intervención, cuyo pensamiento crítico sea cultivado por estudiantes de las carreras de las áreas de las ciencias, con el propósito de “analizar, discernir, concluir y argumentar en situaciones de la vida cotidiana”.
Estrategias cognitivas
Para desarrollar una habilidad cognitiva es necesario que se ejecuten tres momentos. Primero, la persona desconoce que tiene una habilidad; segundo, realiza el proceso en sí para adquirir la habilidad y desarrollarla a través de la práctica y, por último, la habilidad es autónoma de los conocimientos, pues ha sido interiorizada para la aplicación; además es fluida y autónoma; es muy importante desarrollar las habilidades del pensamiento: manipular y transformar información en la memoria, con el propósito de formar conceptos, razonar, pensar críticamente, tomar decisiones, pensar de manera creativa y resolver problemas (Valdivia, 2019).
Características del pensamiento crítico
Según Plasencia (2018), el pensamiento crítico constituye uno de los ideales de la educación, cuyas características importantes, entre otras, son: mente abierta, humildad intelectual, libertad de pensamiento, integridad intelectual, perseverancia intelectual. Por su parte, Botero et al. (2017) argumentan que una de las características del pensamiento crítico es la meta cognición, que promueve el desarrollo de las personas quienes son responsables de sus propios procesos cognitivos. En la perspectiva de Guerrero et al. (2018), se caracteriza el pensamiento crítico, porque fomenta, cultiva, enfoca, desarrolla y fortalece el trabajo en equipo. En palabras de Bezanilla et al. (2018), una de las características es que el pensamiento crítico se construye sobre las competencias adquiridas y logradas, es práctico, inductivo, deductivo (Risaralda & Osorio, 2018). Desarrolla la evaluación y la ciencia (Ossa-Cornejo et al., 2017); ofrece una relación vinculante (Morales Bueno, 2018); aparece ante la incertidumbre (García Pérez & Villegas González, 2019); desarrolla la resiliencia y la creatividad (Jeong, 2019); cultiva el debate crítico (Betancourth Zambrano et al., 2024; Eligio et al., 2016), las habilidades laborales (Aguilar Vargas et al., 2020).
Procesos, categoría y formas del pensamiento crítico
Facione (2007, citado por Bezanilla et al., 2018) aprecia los siguientes pasos, para la realización del proceso del pensamiento crítico: identificar el problema, definir el contexto, enumerar las opciones, analizar las razones explícitamente, listar las razones explícitamente y autorregulación.
Las categorías del pensamiento crítico son siete: “emitir juicios; tener una visión escéptica y cuestionadora de la realidad; ser original y producir conocimiento; leer de forma sensata y cuidadosa un texto; racionalidad y forma de razonamiento; adoptar una postura ética y activista; y como autorreflexión y autoconciencia” (Moore, 2013, citado por Bezanilla et al., 2018, p. 94). El pensamiento crítico significa una ventaja para la vida académica y personal, en el marco del proceso de desarrollo de los seres humanos, en sus dos dimensiones: habilidades cognitivas y disposiciones afectivas (Robles Pihuave, 2019).
Las diferentes formas de pensamiento son: “analítico, sistémico, reflexivo, lógico, creativo, analógico, divergente, lateral, convergente, interrogativo, deliberativo, discursivo, colegiado, práctico, deductivo, inductivo, crítico” (Villa y Poblete, 2007, citados por Bezanilla et al. 2018).
Factores que limitan el desarrollo del pensamiento crítico
Dos factores que limitan el desarrollo del pensamiento crítico son las predisposiciones y las creencias. La Real Academia Española define el término creencias en el sentido de firme asentimiento y conformidad con algo; por su parte, predisponer es preparar, disponer anticipadamente algo o el ánimo de alguien para un propósito determinado. Por lo tanto, las predisposiciones y creencias limitan el pensamiento crítico, porque se presentan en la condición de axiomas del pensamiento. Es decir, mientras la creencia sea más firme, pensar de forma lateral será muy poco viable. En este sentido, se materializa el pensamiento con los calificativos de “absurdo, distorsionado, parcializado, desinformado o prejuiciado” (Aguilar Vargas et al., 2020).
Por otro lado, Mora y Parra (2015) afirman que, desde de la experiencia profesional de las investigadoras, se enuncian las siguientes limitantes del desarrollo del pensamiento crítico: falta de interés, falta de recursos y estrategias, la heterogeneidad, la falta de orientación, el desconocimiento sobre el tema de pensamiento crítico, el prejuicio, el miedo. De acuerdo con Alvarán López et al. (2019), entre las limitantes que no impulsan el desarrollo del pensamiento creativo, se encuentran la falta de un trabajo relacionado con la resiliencia infantil y el pensamiento multidimensional, dejando así al margen la transformación social. Díaz et al. (2019), por su parte, argumenta que la innovación resulta muy esencial para el desarrollo de las personas y de los países emergentes, incluso en vías de desarrollo, cuyo requerimiento ha sido muy descuidado por la falta de visión de los protagonistas de la educación y de las mismas autoridades. Se ha necesitado siempre vocación para la innovación, la transformación, la incentivación, la sensibilización. Es decir, las instituciones y sus infraestructuras y las personas no favorecen la innovación y, por efecto, el pensamiento creativo y crítico. De acuerdo con Jeong (2019), para desarrollar la creatividad y el pensamiento creativo se requiere la práctica de la resiliencia.
3. Conclusiones
El estudio fue diseñado para atender el objetivo de analizar los factores limitantes, la importancia, las características y las estrategias para el desarrollo del pensamiento crítico, en el contexto institucional educativo.
Los factores limitantes del desarrollo del pensamiento crítico, entre otros, son las predisposiciones, las creencias y los prejuicios de las personas involucradas, la falta de interés, la escasa orientación, el desconocimiento, la indiferencia, la falta de visión, la falta de resiliencia, por un lado; por otro, la ausencia de recursos económicos y materiales, la deficiente infraestructura, el limitado uso de estrategias en las instituciones educativas y académicas.
La importancia del pensamiento crítico se revela en el desarrollo pensamiento creativo e innovador, la meta cognición y la motivación; este pensamiento potencia las habilidades cognitivas y sociales, el desarrollo de los aprendizajes significativos; facilita y desarrolla las capacidades: juzgar, argumentar, debatir, analizar, interpretar, buscar las soluciones, asumir las responsabilidades sociales, responder las interrogantes, generar las respuestas; fortalece la creatividad, la vida académica y personal, la confrontación de opiniones, criterios e ideas, la vida y los procesos universitarios; motiva el desarrollo y la formación de los estudiantes, la sensibilización, la innovación, la creatividad, la mejoría, la competencia, el compromiso, el pensamiento claro, racional, reflexivo e independiente, juicios confiables, la credibilidad, la conveniencia; responde ante las urgencias y las emergencias; promueve la integración intelectual.
Las características del pensamiento críticos son: la disposición de mente abierta, humildad, intelectual, libertad, integridad, perseverancia; se encuentra con la meta cognición, el desarrollo de las personas, los procesos cognitivos; fomenta, desarrolla y fortalece el trabajo en equipo; se construye sobre las competencias adquiridas y logradas; también es práctico, inductivo, deductivo; es un indicador de la evaluación y la ciencia; revela una relación vinculante; aparece ante la incertidumbre; desarrolla la resiliencia y la creatividad; cultiva el debate crítico, las habilidades laborales.
Para el desarrollo del pensamiento crítico, se requiere diversas estrategias; por ejemplo, eestrategias didácticas y cognitivas. Es decir, desde el uso de recursos, procedimientos y métodos utilizados por los docentes en los espacios denominados aulas; también trabajando procesos cognitivos que mejoran la calidad del pensamiento, desde el punto de vista psicológico.
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